miércoles, 21 de diciembre de 2011



Cronología de la traición

Un análisis macroforénsico del Gobierno Invisible de los E.U.

Para el ciudadano común, la palabra forense (o ciencias forénsicas), tiene que ver con autopsias, balística, toxicología, y otras especialidades científicas relacionadas con la investigación criminal. En realidad, todas esas técnicas no pasan de ser los instrumentos de que se vale la ciencia forénsica para descubrir al criminal, pero la forénsica esencialmente tiene que ver con la búsqueda, localización y obtención de nexos.

Cuando un criminal comete un crimen, lo primero que hace es esconder, borrar, o destruír, todos los nexos que lo puedan conectar con el crimen que acaba de cometer. Estas medidas van desde pasar una servilleta sobre las superficies brillantes, para borrar sus huellas dactilares, hasta enviar a una fiesta a una persona disfrazada como él, y luego usarlo como coartada para probar, con testigos que lo corroboren, que, en el momento en que se cometió el crimen, él se hallaba en otro lugar.

El trabajo del investigador forense consiste en descubrir esos nexos que conectan el crimen con el criminal. Los autores que primero señalaron hacia el Consejo de Relaciones Exteriores como verdadero centro del Gobierno Invisible de los E.U. estaban practicando, sin saberlo, la ciencia de la macroforénsica histórica, que se ocupa del estudio de crímenes en gran escala, cometidos por grandes grupos de personas, en un extenso terrritorio, durante un período de tiempo más o menos largo.

Y no hay duda de que descubrieron un hecho sorprendente: detrás de cada traición al pueblo norteamericano y, por extensión, a los pueblos del mundo y en particlar a los latinoamericanos, siempre se halla uno o más miembros del Consejo de Relaciones Exteriores conspirando activamente para que las cosas salgan mal. La lista que eventos que enumero a continuación es larga, pero no exhaustiva. Podría extenderse por muchas páginas, quizás hasta alcanzar el tamaño de un libro. Pero para probar el melón tan sólo basta con una tajada.